La colaboración y el intercambio de conocimientos son vitales para abordar colaborativamente los retos complejos del desarrollo. El fenómeno multidimensional de las drogas es uno de los mayores desafíos que enfrentan muchos países de la región, con profundas implicaciones en lo social, económico, la salud pública, el medioambiente y en la seguridad y gobernanza democrática, entre otros muchos ámbitos de interconexión e impacto del problema.
Conforme a ese principio y asentándose en lo discutido durante el taller regional llevado a cabo en Montevideo entre los días 22 y 23 de junio de 2023, el equipo de Agirre Center ha diseñado e implementado durante siete meses dos comunidades de aprendizaje para abordar la problemática compleja de las drogas en América Latina y el Caribe. Una de las comunidades, la conducida en español, ha reunido hasta ahora a participantes de Argentina, Colombia, El Salvador, México, Perú, Chile, Paraguay y Venezuela. La otra, realizada en inglés, reúne principalmente a países del Caribe, con una participación destacada de Barbados, Bahamas, Jamaica y Trinidad y Tobago. Tras la cuarta sesión en cada una de las comunidades descritas, ambas se han fusionado. Desde entonces se han celebrado sesiones conjuntas con interpretación simultánea con el objetivo común de profundizar y experimentar en los elementos del enfoque de innovación social adaptados a las políticas de drogas y las problemáticas que se abordan.
Estas comunidades de aprendizaje han trabajado mediante el enfoque de innovación social planteado por Agirre Lehendakaria Center (ALC). Este enfoque incorpora cinco elementos principales que actúan de manera interconectada y no-lineal: (1) mapeo de recursos existentes en el ecosistema (proyectos, agentes); (2) escucha a ese ecosistema y mejora de las herramientas, (3) interpretación colectiva de la información generada, (4) co-creación y co-diseño de nuevas soluciones multinivel que se conectan directamente con los proyectos ya existentes; y (5) prototipado y escalado de una cartera de experimentación.
El propósito de estos espacios de aprendizaje es dotar a los países que forman parte de la red de cooperación de COPOLAD III de un conjunto de herramientas que fortalezcan sus estrategias, permitiéndoles profundizar en la comprensión de las dinámicas sociales cambiantes y amplificar así su impacto. A través de este trabajo de aprehensión de la realidad que rodea a la problemática de las drogas, los gobiernos locales, nacionales y regionales pueden tomar decisiones más informadas y alineadas con las necesidades y percepciones de todos los actores involucrados en el ecosistema social.
Desde su inicio hasta la fecha, se han celebrado ocho sesiones online de la Comunidad de Aprendizaje. Estas sesiones se han complementado con un espacio digital que funciona tanto como repositorio de toda la información como de plataforma de conexión entre los participantes. De esa forma, la participación activa de los diferentes países ha enriquecido el intercambio de experiencias y aprendizajes, permitiendo visualizar los enfoques aplicados en diferentes lugares y ámbitos, reforzando así la estrategia de generación y transferencia de conocimiento entre todos los participantes.
Un espacio de intercambio y reflexión a través de los elementos del enfoque de innovación social
Las Comunidades de Aprendizaje buscan fomentar el intercambio de experiencias, conocimientos y aprendizajes entre los participantes. Para ello, en cada sesión, más allá de explorar aspectos de la innovación social, se promueve un espacio para la puesta en común de prácticas y experiencias concretas que sirven de referencia sobre su aplicación. La diversidad de visiones y procedencias, que abarca diferentes países y contextos, enriquece los debates, aportando perspectivas variadas y complementarias. Todo ello permite profundizar en la complejidad del fenómeno y las alternativas de respuesta, fortaleciendo el diálogo y la colaboración entre los participantes.
En los siguientes puntos se muestra de qué forma el enfoque de innovación social, que ha guiado el quehacer de esta Comunidad de Aprendizaje, ha permitido articular un espacio de intercambio y reflexión en torno a las políticas de drogas.
Mapeo del ecosistema y visualización
El proceso de mapeo revela que la comprensión integral del ecosistema no es posible sin la previa identificación de los actores e iniciativas fundamentales, así como la comprensión de sus interconexiones en tiempo real. Este ejercicio no solo permite abordar la complejidad del entorno, sino también discernir nuevas relaciones estratégicas que puedan promover la transformación y la innovación.
El análisis de esta información permite capacitar a las Comunidades en la identificación tanto de las fortalezas como de las debilidades de dichas interacciones desde una perspectiva más integral y dinámica. La visualización de la red de agentes e iniciativas conlleva dos dimensiones cruciales. Primero, comprender la diversidad del ecosistema, que abarca desde la administración pública, en sus diversos niveles, hasta empresas locales del ámbito privado, organizaciones no gubernamentales, jóvenes, mujeres, personas migrantes, asociaciones, instituciones académicas y de investigación, y otros múltiples actores de todo tipo. Segundo, identificar la tipología de acciones existentes, considerando cinco niveles de intervención: comunitario, pequeña y mediana escala, gran escala, servicios públicos y regulaciones. Estos niveles de intervención tienen como objetivo garantizar el equilibrio entre las acciones y las iniciativas identificadas. Estas últimas serán posteriormente incorporadas a la cartera o portfolio de experimentación.
En este sentido, las herramientas y formas de trabajar que ALC comparte en base al enfoque de innovación social están pensadas para ser adaptadas a contextos particulares. De ahí que, por ejemplo, Sara Saldarriaga, del Centro de Pensamiento para la Educación Política de la Universidad Nacional de Colombia, realizase, tras la primera sesión en la que se compartieron herramientas de mapeo con todos los países, adaptaciones significativas en las herramientas para adecuarlas a su contexto específico de práctica. Es una muestra del potencial aplicativo del enfoque metodológico propuesto.
Desde este Centro de Pensamiento, están trabajando en una iniciativa de laboratorios ciudadanos para la democracia. Dicho laboratorio se centra, fundamentalmente, en procesos formativos con estudiantes, docentes, personal administrativo y externos, trabajando en problemas específicos que afectan el bienestar universitario. En concreto, aborda dos problemáticas específicas: por un lado, la protesta social, la democracia y la gobernanza; y, por otro lado, la salud mental y la salud comunitaria.
Saldarriaga, por tanto, modificó los niveles de intervención de la siguiente manera: (1) Acciones espontáneas, (2) base comunitaria, (3) servicios institucionales e (4) Investigación. Con ello tenía por objetivo que los estudiantes de Diseño Industrial hiciesen el primer acercamiento a un proceso de mapeo a la interna de la universidad.
Además, dentro del ejercicio, Saldarriaga pidió a los estudiantes mapear las conexiones entre los agentes e identificar con quién podrían trabajar en función del tema de trabajo. Esta experiencia fue reveladora, tal como lo describe ella: "Experimentar con esta herramienta nos ha permitido identificar el espectro que tenemos sobre los actores involucrados. Muchos de ellos estaban invisibilizados debido a las diferencias percibidas. A través de la adaptación de las herramientas, nos dimos cuenta de la importancia de identificar a estos actores ocultos".
Escuchando desde diferentes canales
La escucha se presenta como la clave y la base fundamental del enfoque de innovación social, entrelazándose de manera intrínseca y alimentando todos los elementos del enfoque.
En su esencia, la escucha es más que un simple acto de conversación; es un proceso profundo que permite desentrañar las narrativas de una comunidad, revelando sus necesidades, expectativas, retos y oportunidades. Al sumergirse en las percepciones y experiencias de los diversos actores involucrados, permite obtener una comprensión más completa y segmentada del contexto en el que se opera.
Además de identificar las narrativas de la comunidad, el proceso de escucha también proporciona ideas potenciales para abordar estas necesidades y oportunidades, identificando las brechas existentes entre las iniciativas actuales y percepciones de la comunidad. Son precisamente estos hallazgos los que conectan el proceso de escucha con la co-creación y creación de prototipos.
Durante la sesión centrada en esta fase de la innovación social, por tanto, los países del Caribe compartieron abiertamente las dificultades que enfrentan al intentar realizar procesos de escucha en contextos caracterizados por su complejidad y alta vulnerabilidad. Ante este desafío, el equipo de Agirre Center expuso diversas referencias de canales de escucha alternativos, diseñados para propiciar espacios más cómodos y empáticos, alejados de las entrevistas tradicionales.
Entre estas alternativas se destacan actividades como el teatro, los espacios comunitarios donde se cocina y comparte la comida, el intercambio en comercios locales, el seguimiento a personas en su día a día, e incluso la utilización de videojuegos para llegar a niños, niñas y jóvenes. Estas estrategias buscan romper las barreras culturales y sociales, permitiendo una comunicación más fluida y significativa con la comunidad.
Las y los participantes de América Latina y el Caribe reconocieron la simplicidad y efectividad de estas herramientas. Argumentaron que pueden integrarse fácilmente en los procesos de escucha que ya están en marcha en sus territorios. Además, identificaron el valor de preguntas aparentemente tan genéricas como:
¿Qué está ocurriendo ahora mismo en tu región?", "¿Cuáles son las principales oportunidades?", "¿Crees que las iniciativas existentes son suficientes y qué puede hacerse para mejorarlas?", "¿Cuáles son los retos y dificultades en este contexto?", y "¿Cómo afecta esto a tu vida cotidiana y a la de la población local? ¿A quién beneficia y a quién afecta esta situación?
Estas preguntas, a pesar de su aparente simplicidad, permiten una primera identificación de los desafíos y oportunidades presentes en los territorios, sirviendo como punto de partida para un diálogo más profundo y enriquecedor con la comunidad. Además, permiten identificar los canales de escucha que es necesario activar para dar voz a la comunidad en su conjunto.
Precisamente, mediante el ejercicio compartido con la comunidad de poner en prueba las preguntas y buscar hacer un primera escucha, análisis y segmentación de la información, la participante Roxana Geraldine de El Salvador expresó esta reflexión acerca del proceso en el espacio digital abierto para ello:
“Al realizar las entrevistas es una oportunidad para reconocer las diferentes perspectivas que posee la población sobre el problema, la escucha activa expande la visión y clarifica el camino a tomar en este caso en temática de prevención”.
Sesión de escucha, narrativas y canales de escucha en castellano e inglés.
Interpretación colectiva, experiencia Chile y Colombia
La interpretación colectiva se presenta como un contraste de la información generada por el mapeo y el proceso de escucha profunda. Estos espacios buscan complementar y legitimar la información recogida a través de los diferentes canales de escucha. La interpretación colectiva permite un análisis más completo de la complejidad de los retos y oportunidades percibidas por las personas y organizaciones involucradas en estos procesos.
La sesión 4 de la Comunidad de Aprendizaje COPOLAD brindó una valiosa oportunidad para el intercambio de experiencias entre los equipos de los laboratorios de Colombia y Chile. Estos compartieron sus conocimientos y reflexiones acerca de la activación de los laboratorios de innovación social en sus respectivos países.
El equipo colombiano en Cali destacó, por ejemplo, la relevancia que puede adquirir la identificación de nuevos canales de escucha diferentes a los tradicionalmente usados (como los recorridos y actividades de calle) de cara a recolectar la información y escuchar a otro tipo de actores. Además, resaltaron que la integración de la herramienta matriz les ha permitido una mayor sistematización y visualización de la información, así como un análisis más profundo de la información recopilada.
Por otro lado, el equipo en Chile compartió cómo el proceso de mapeo ha transformado su enfoque hacia la recolección de información. Al principio, su perspectiva estaba principalmente orientada desde un punto de vista institucional, pero a medida que avanzaban en el proceso reconocieron la importancia crucial de escuchar directamente a la comunidad y a los grupos directamente afectados por la problemática de las drogas identificada. En especial los/las jóvenes, niños y niñas. Este cambio de enfoque les ha permitido identificar nuevas oportunidades de intervención y comprender mejor las dinámicas locales.
En este espacio de diálogo se exploraron diversas preguntas clave que buscaban la reflexión sobre los procesos en curso y vislumbrar así posibles mejoras e iniciativas futuras. ¿Cómo podemos mejorar el proceso en Chile y Colombia?, ¿Qué otras iniciativas se podrían impulsar en Chile y Colombia?, ¿Cómo podrías llevar estas experiencias a tu propio contexto? ¿Qué crees que aportaría valor? ¿dónde piensas que surgirían dificultades?
Cuarta sesión. Interpretación colectiva; puesta en común de los laboratorios de Colombia y Chile, en castellano e inglés.
Quinta sesión. Interpretación colectiva en castellano e inglés.
Co-creación de una cartera impulsada por las personas
La co-creación y la cartera de experimentación son elementos clave para la generación de soluciones centradas en las necesidades de las personas y capaces de adaptarse rápidamente a situaciones diversas. A través de procesos de escucha comunitaria y sesiones de contraste, se fomenta la participación ciudadana desde el inicio del proceso de diseño, lo que permite incorporar perspectivas diversas y garantizar la sostenibilidad de las iniciativas a largo plazo.
A diferencia de los enfoques lineales o secuenciales basados en proyectos aislados, las carteras de experimentación reducen el riesgo al diversificar las actividades de innovación y permitir volver sobre el mismo proceso para complementar, ajustar o corregir en base a los nuevos hallazgos. Esto permite adaptar continuamente las apuestas, en correspondencia con los entornos en constante cambio. La gestión de una cartera proporciona una orientación estratégica interconectada con las actividades regulares, creando espacios seguros para la experimentación y el aprendizaje, donde incluso el fracaso puede valorarse como parte del proceso.
Durante esta sesión, el equipo de Chile compartió su experiencia en la co-creación. Aunque el equipo había identificado con los patrones establecidos para ello a la hora de diseñar el portafolio más de 30 estrategias potenciales, se decidió seleccionar una estrategia específica centrada en la atención escolar. Esa elección se debió al hecho de que los patrones indicaban una necesidad de acción dirigida a este ámbito. A partir de esa elección primera, se desarrolló un prototipo para abordar estos retos con mayor solidez. Por lo tanto, el equipo de la región de Maule puso especial foco en explicar cómo ha trabajado en el desarrollo del Lienzo de Modelo de Negocio Social. Un prototipo que es parte de la cartera y que funciona como catalizador para el resto de iniciativas en la cartera garantizando la interconexión en todos los niveles: “Pilotaje en un colegio municipal que funcione como espacio de experimentación avanzada para el abordaje integral del consumo de drogas”. Este prototipo va dirigido al conjunto de la comunidad educativa: NNAS, docentes y educadores/as, familias, familias que consumen, vecindario, organizaciones comunitarias, juntas de vecinos/as, empresas y emprendimientos locales. El objetivo último es que el colegio funcione como un espacio de experimentación para interconectar las diferentes actividades que responden a la escucha y que forman parte de la cartera.
La presentación de Chile suscitó un gran interés entre los y las participantes. Sobre todo, por la forma en que pueden aplicar esta perspectiva en su propio trabajo. Otro ejemplo en relación a ello es el de Bahamas. Un territorio que, a pesar de enfrentarse a un contexto localmente difícil, está empezando a probar este enfoque. Esto demuestra que, incluso en situaciones difíciles, se reconoce el valor y la pertinencia de la co-creación y la gestión de carteras para abordar eficazmente las cuestiones sociales.
Sesión Evaluación evolutiva y herramienta digital
En la séptima sesión de la Comunidad de Aprendizaje, se profundizó en el enfoque de evaluación evolutiva, ahondando en la herramienta de sistematización (matriz) y los indicadores evolutivos. Durante la sesión, se presentó asimismo la herramienta digital diseñada por ALC para optimizar la gestión de procesos de innovación social y gobernanza colaborativa. Se abordó así la importancia de sistematizar estos elementos (mapeo, escucha, contraste, co-creación, etc.) para tener un enfoque integrado y conectado. El objetivo final es poder hacer un monitoreo o seguimiento en tiempo real y tomar decisiones más estratégicas y oportunas sobre cada intervención.
A lo largo de la sesión, los y las participantes compartieron reflexiones y comentarios sobre las perspectivas y retos identificados en torno al enfoque de evaluación evolutiva. Por ejemplo, Daniela de Corporación Viviendo, en Colombia, comentó:
La intervención de Daniela debe suscitar una reflexión sobre la importancia de adaptar estas herramientas con el propósito de que que sean accesibles en diferentes contextos, subrayando la necesidad de equilibrar la rigurosidad técnica con la practicidad y la compresión de las comunidades: ¿Cómo podemos diseñar herramientas que mantengan la integridad del enfoque pero que también sean comprensibles y útiles para quienes las utilizan en terreno?
De ahí que, destacando la importancia de que la evaluación evolutiva no pretende reemplazar, sino complementar, los métodos de evaluación más convencionales, se pusiesen encima de la mesa las siguientes preguntas: por un lado, cómo este enfoque puede potenciar los procesos de experimentación y gestión de proyectos; y, por otro lado, cómo se puede agregar valor a este proceso de evaluación en comparación con lo que se define como “evaluación tradicional”. Formas de evaluar, esta última, más basada en indicadores estadísticos.
A este respecto, Inés Elvira Mejía, parte del equipo de COPOLAD, resaltó el valor del trabajo de sistematización de la información como elemento clave para comprender y aprovechar el potencial transformador de los procesos de innovación social. Destacó cómo la organización y el análisis ordenado de la información permiten identificar patrones, tendencias y oportunidades que de otra manera podrían pasar desapercibidos:
Esta reflexión ha invitado a las Comunidades a repensar la manera en que concebimos y aplicamos la evaluación en los diferentes procesos de innovación social. Más que una herramienta de control o verificación, la evaluación evolutiva se presenta como un proceso participativo que impulsa la reflexión, el aprendizaje y la mejora continua. Al integrar las voces y perspectivas de las comunidades en el proceso de evaluación, se puede asegurar que los procesos de innovación social responden de manera más efectiva a las necesidades de quienes están directamente implicados en ellos. Por tanto, ello nos debe llevar a considerar el papel crucial que la evaluación puede desempeñar en el diseño y la implementación de políticas públicas en ámbito de las drogas.
La evaluación evolutiva permite abordar las realidades complejas y dinámicas en las que trabaja y ayuda a identificar gradualmente las dinámicas ocultas que no son evidentes a primera vista. Con ello, la estrategia puede ser ajustada en tiempo real. Fue ese tema, precisamente, el destacado por Victor, también parte del equipo de COPOLAD:
En este sentido, es importante distinguir, por un lado, la gestión del proceso a través de la matriz, integrando en él todos los elementos del proceso de innovación social y viéndolos a través de un prisma; y por otro lado, la herramienta digital en sí. Esta última es una herramienta de gobernanza colaborativa diseñada desde una perspectiva de sistema complejo y basada en las percepciones particulares de cada territorio. Esta herramienta permitirá visualizar, evaluar y gestionar una aproximación conjunta a los retos identificados, así como tomar mejores decisiones en tiempo real, basándose en las siguientes características: mapear el estado del ecosistema de agentes e iniciativas y cruzar estos datos con las diferentes percepciones identificadas, pudiendo visualizar los puntos clave o críticos en los que experimentar para anticipar posibles escenarios no deseados como estrategia de gestión de riesgos.
Por último, una participante destacó la relevancia de implementar herramientas digitales en procesos de experimentación complejos. Aquellos procedimientos para los cuales no existe una solución predefinida y que requieren la colaboración de diversos agentes, desde el mismo COPOLAD, a los gobiernos, a agentes locales o incluso la sociedad en general.
Sesión de evaluación evolutiva y herramienta digital en castellano e inglés.
Interpretación colectiva: Retos y oportunidades de 5 Laboratorios de Innovación Social
En el complejo y dinámico contexto de las políticas de drogas, el enfoque de innovación social emerge como un vehículo esencial para abordar los desafíos complejos con una visión más equilibrada, inclusiva y alineada con las diversas percepciones de la comunidad. Reconociendo la importancia de la colaboración y el intercambio de experiencias, en la última sesión de la Comunidad de Aprendizaje se convocó a los cinco Laboratorios de Innovación Social ubicados en distintos territorios de América Latina: Colombia (Cali y Santander de Quilichao), Perú, Uruguay y Chile. Se les pidió que trajeran al espacio sus experiencias, retos y oportunidades en el camino hacia la activación e implementación de los Laboratorios de Innovación Social. Este espacio de reflexión buscó profundizar en los diversos aspectos del enfoque y su aplicación y adaptación en los diferentes contextos, con el propósito de encontrar iniciativas más equitativas para el conjunto del ecosistema.
Desde el equipo de SENDA central y Maule, en Chile, llegaron voces que reflejan el desafío de encontrar soluciones para conectar todos los servicios dirigidos a niños, niñas y adolescentes (NNA). En el nivel central, se destacó la necesidad de repensar las políticas públicas, adoptando un enfoque más abierto y participativo, con la escucha como eje central: “Hay que hacer las cosas diferentes, pero para esto hay que tener una metodología y no todas las formas son efectivas, hay que rescatar la importancia de escuchar”. Por otro lado, en Maule, los desafíos que se identificaron giran en torno a la urgencia de desarrollar capacidades para abordar las necesidades de los niños y coordinarse con los servicios especializados. Para responder a ello, se ha promovido activamente la construcción multi-actor y la colaboración entre diversas instituciones, lo que ha ampliado la perspectiva sobre las intervenciones necesarias.
En el caso de Chile, el laboratorio ha sido un espacio vital para escuchar todas las voces y reconocer el valor añadido de cada fase del proceso de innovación social. Para el equipo ha resultado relevante repensar a quiénes estaban escuchando y dónde estaba su foco. De esa forma, darle mayor importancia a las voces de los niños/as y usuarios/as que al expertise institucional al que estaban acostumbrados. En este sentido, ha sido importante tanto la activación de nuevos canales de escucha como la escucha a la contraparte del servicio especializado.
En el caso de Perú, de manera coordinada con DEVIDA y el Ministerio de Justicia como organismos competentes, han emergido desafíos aún más profundos, en un contexto marcado por la expansión de los cultivos ilícitos y las actividades del narcotráfico, acompañados por un aumento de la violencia y las reiteradas amenazas a líderes comunitarios. La falta de recursos, la amplitud y dificultades de acceso y comunicación del territorio, y la escasa presencia del Estado en localidades remotas de la Amazonía como en Flor de Ucayali, plantean un desafío adicional para garantizar la articulación y la sostenibilidad de las intervenciones. Sin embargo, se vislumbran oportunidades en la generación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) que integre mecanismos de vigilancia y monitoreo, fortalezca el control e interconecte a los territorios, promoviendo la escucha activa. Para ello, se ha señalado la importancia que tienen las capacidades de observación existentes en el territorio y la coordinación con múltiples instituciones y las Comunidades Nativas para anticiparse y articular una respuesta rápida, abordando así los desafíos de una manera integral y oportuna.
En Colombia, la intervención por parte de los dos equipos en terreno son un testimonio vivo de las múltiples condiciones de vulnerabilidad y desigualdad que enfrentan las comunidades. Desde Cali, los problemas ambientales que afectan a la población más vulnerable, como son los consumidores y habitantes de calle, la falta de escenarios para practicar el deporte y consumir y crear la cultura que tienen las jóvenes y niñas, o el abandono político que fuerza a las comunidades a responder a la problemática son algunos de ellos. Aunque por parte de los actores institucionales se plantean muchas opciones, estas no terminan de concretarse.
A pesar de los múltiples desafíos, con el desarrollo del laboratorio de innovación la Corporación Viviendo ha dado un paso significativo, reconociendo la necesidad y esfuerzo de articular con agentes público-privados para el desarrollo del proceso, saliendo de la lógica tradicional de asentar las bases solo en lo comunitario. Además, el equipo ha identificado oportunidades en el trabajo con mujeres cabeza de familia, el diálogo enriquecedor con niños/as, jóvenes y adolescentes, la identificación de oportunidades con diversos actores y el trabajo con las percepciones para validar los retos y necesidades de la comunidad.
En Santander de Quilichao, los retos incluyen la búsqueda de financiación y la necesidad de encontrar enfoques innovadores para garantizar la participación de todos los actores. Así se busca no alimentar a diagnósticos tradicionales que no han dado ningún resultado y han generado una brecha de desconfianza con la comunidad. En esa línea, el equipo ha manifestado que la co-creación puede ser una herramienta esencial para visualizar alternativas. Se ha enfatizado asimismo lo importante que es escuchar a todas las partes interesadas en el proceso de innovación social. Además, tanto en Cali como en Santander de Quilichao se ha hecho visible un reto compartido con Perú; a saber: la sostenibilidad de las intervenciones y la necesidad de garantizar la participación multiactor.
Por último, en Uruguay, un país en tránsito en la lucha contra el tráfico ilegal, enfrenta desafíos similares de implementación y coordinación interinstitucional. Sin embargo, el equipo manifestó que con la activación del laboratorio de innovación se abre un camino de esperanza en la coordinación con instituciones específicas. Además, destacaron los sólidos vínculos que se están construyendo con la comunidad. Además, también se ha identificado la importancia de pensar en enfoques humanos y preventivos y de interconectar a las diferentes entidades implicadas en el proceso.
Los aprendizajes, las dudas y las inquietudes que los diferentes laboratorios han manifestado parten de su experiencia y desde el grado de desarrollo que tiene cada laboratorio. A este respecto, Chile lleva más de 8 meses en la implementación de las herramientas. Colombia, por su lado, lleva 6 meses trabajando, tanto en Cali y Santander de Quilichao. Perú, en cambio, se encuentra al inicio de la estructuración del plan de acción, con avances en el mapeo y proceso de escucha, después de la primera visita de los consultores de COPOLAD-LAC, realizada el pasado mes de febrero. Por último, el proceso de Uruguay está a la espera de consolidar el equipo y confirmar el foco de actuación.