ALC acompaña en los procesos al proyecto COPOLAD para crear laboratorios de innovación social en materia de políticas sobre drogas

Recientemente hemos iniciado esta experiencia en Chile, que también se desarrollará en Colombia y el Caribe. Estos son los resultados hasta este momento.

ALC ha comenzado a trabajar en el  programa COPOLAD III, en el que va a diseñar, implementar y evaluar una serie de laboratorios de innovación social en materia de políticas sobre drogas, que se articulan como espacios de experimentación para interconectar organizaciones. 

El trabajo en el proyecto COPOLAD III

En  línea con la  Estrategia de drogas de la UE 2021-2025, la tercera fase de COPOLAD apuesta por el fortalecimiento de las políticas de drogas en coherencia con la Agenda 2030, así como un enfoque integral que tenga en cuenta la coherencia de políticas.
COPOLAD cuenta con más de 500 actividades que buscarán la mejora de las políticas públicas en los seis ejes del programa, tanto en lo que se refiere al apoyo a los Observatorios de Drogas, la oferta, demanda y diálogo UE-CELAC sobre drogas, así como las líneas transversales de género, derechos humanos, desarrollo e innovación. 

  • Cursos de formación
  • Congresos y seminarios
  • Comunidades de práctica
  • Movilización de la expertise europea
  • Asistencia técnica
  • Estudios e investigaciones
  • Campañas públicas
  • Apoyo a pilotos de innovación en políticas públicas


Una de las estrategias aplicadas es la creación de laboratorios de innovación social en materia de políticas sobre drogas, que se articulan como espacios de experimentación para interconectar organizaciones. En este empeño, COPOLAD dispone del apoyo del Agirre Lehendakaria Center (ALC).
En el contexto del trabajo que desarrolla ALC en este proyecto, la propuesta sugiere la adaptación de un enfoque de integración de capacidades y herramientas de innovación social en el trabajo diario del programa a dos niveles de actuación diferentes: regional, con la creación de una red de laboratorios o plataformas en diferentes países de América Latina y el Caribe) y una comunidad de aprendizaje sobre el proceso; y local, en tres países de la región en los que se aplicaría el enfoque con apoyo específico del equipo de Agirre Center. 

 

Arranca el primer laboratorio de innovación social en Chile

Los equipos de SENDA, COPOLAD y ALC han trabajado conjuntamente para impulsar el primer Laboratorio de Innovación Social en Chile sobre niños, niñas y adolescentes bajo el cuidado del estado en relación con el consumo de drogas en la región del Maule
Se han facilitado sesiones de interpretación colectiva en Santiago y la Región del Maule, para contrastar la información recogida por los equipos locales con autoridades y agentes locales. 

Los espacios de escucha y de interpretación colectiva han permitido contrastar percepciones y generar una primera visión compartida respecto a la problemática de los niños y niñas y adolescentes e identificar nudos críticos donde se deben focalizar las estrategias de política pública en clave de innovación social. Este proceso tendrá continuidad con procesos de co-creación de prototipos (soluciones) en los próximos meses. Se aborda de manera integral el consumo de drogas y alcohol en niños, niñas y adolescentes que están bajo la tutela y protección del Estado.

El enfoque de innovación permite generar un mayor impacto al generar información en tiempo real facilitando una adaptación a los cambios, logrando carteras de innovación con procesos de escucha permanente y un sistema de gobernanza flexible y adaptativo para afrontar retos complejos y abordar fenómenos complejos multi factoriales con una conexión con el territorio y las comunidades afectadas.


"La media no sirve, tenemos que ser capaces de dar respuestas diferenciales"

 

Taller regional en Uruguay

La semana pasada se celebró un taller regional en Montevideo, Uruguay. ALC se ha encargado de explicar cómo se desarrolla el enfoque de innovación social, un proceso multicapa para el que ALC desarrolla una metodología propia, en la que se implican todos los actores y agentes y con la participación en diferentes fases: mapeo del ecosistema, escucha profunda, interpretación colectiva y, finalmente, co-creación. 

 

COPOLAD III es un programa de cooperación internacional que promueve el diálogo técnico y la cooperación birregional entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe en materia de políticas de drogas.
Financiado por la Unión Europea, el programa está liderado por la Fundación Internacional Iberoamericana de Políticas y Administraciones Públicas (FIIAPP), en consorcio con la Organización Internacional Italo-Latinoamericana (IILA), en colaboración con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit GmbH (GIZ) y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (futura agencia de drogas europea).

Uno de los cometidos principales de COPOLAD es dar respuesta a las necesidades específicas planteadas por los países de la región. Las acciones de cooperación en clave país están diseñadas para generar sinergias y complementariedades con aquellas de carácter regional -Grupos de Trabajo y cooperación con Redes y organismos internacionales-, optimizando la gestión del conocimiento enfocado a la búsqueda de soluciones y creando economías de escala, de modo que una misma solución sirva para varios escenarios y agentes.
El programa ofrece las bases para apoyar la generación de políticas sobre drogas más centradas en las personas, especialmente en los más vulnerables, basadas en evidencias científicas, integrales, equilibradas y coherentes con el resto de políticas públicas y, por tanto, más eficaces.
Estos objetivos serán plenamente respetuosos con la soberanía nacional de cada país y se basarán en la demanda planteada por los propios países participantes.
Desde abril de 2023, COPOLAD está llevando a cabo este tipo de acompañamientos en diferentes áreas, sobre la base de las demandas priorizadas tanto por los países como por el programa.

Colombia

El segundo laboratorio de innovación social se va a impulsar en Colombia. Tendrá como objetivo mitigar los factores de vulnerabilidad que impulsan a los jóvenes a vincularse con las redes de microtráfico y a desarrollar problemas de consumo de sustancias psicoactivas (SPA). Sus ámbitos de actuación serán la zona semi rural de Santander de Quilichao, en el Departamento del Cauca, y la zona urbana de Cali, en el Departamento del Valle del Cauca.

 

Reducción del mercado ilegal

Un segundo ámbito en el cual COPOLAD ha comenzado a desarrollar iniciativas de acompañamiento nacional es el de la reducción del mercado ilegal de drogas. El programa está asistiendo a la Sociedad de Activos Especiales de Colombia en el diseño de una política pública de reutilización social y cultural de los bienes incautados al narcotráfico. 

Otros esfuerzos apuntan al control y gestión de precursores químicos que son claves para la fabricación de drogas ilegales, un asunto en el que COPOLAD presta apoyo a Colombia, El Salvador y Ecuador. Esta última acción conecta con la gestión del conocimiento público realizada por un grupo de trabajo regional dedicado al mismo tema.

 

Algunos datos sobre el contexto

36 millones de personas en todo el mundo sufrieron trastornos por consumo de drogas en el año 2020. Además, en los próximos años, se prevé que la cifra de las personas que consumen drogas se incremente un 11%. 

El mercado de drogas ilícitas sigue bajo el control de grupos criminales y sigue siendo un enorme negocio cuyos incentivos afectan de manera significativa a muchos países, sus instituciones, sus economías y sus dinámicas sociales. Aunque la opacidad hace difícil contar con datos contrastados, se calcula que ese sector mueve anualmente entre 426 y 652 mil millones de dólares, lo que equivaldría, en términos de PIB, situarse a la altura de países como Suecia, ocupando el lugar 21 en países del mundo.

América del Sur es el origen de la producción total de la hoja de coca y la superficie total destinada al cultivo ilícito creció de las 120.600 hectáreas en 2013 a un récord histórico de 245.000 en 2017, lo que equivale a medio millón de campos de fútbol solo en Sudamérica. 
Al igual que ocurre en el menudeo, o pequeño tráfico de drogas urbano, es necesario tener en cuenta el contexto económico y social: muchos campesinos y campesinas pobres recurren a cultivos de drogas como una herramienta para salir de la pobreza.